Método Erica de diagnóstico y evaluación del juego en la
arena
El método Erica es utilizado por psiquiatras,
psicólogos y trabajadores sociales dentro de los tratamientos para la
orientación infantil. También es
utilizado por orientadores escolares como un procedimiento efectivo para
comunicarse con los niños.
El método Erica se utiliza con niños entre
los 3 y los 12 años de edad. Sin embargo, tanto los adolescentes como los
adultos aceptan por momentos la oportunidad de proporcionar Gestalt a sus experiencias vitales, sin
utilizar de un modo necesario las palabras para lograr la comunicación.
Los aspectos no verbales del método permiten
comunicarse con una población que no puede responder a las tareas verbales, ya
sea por razones de desarrollo u otras.
El Método Erica se utiliza con éxito en escuelas para niños sordos. Asimismo, se utiliza con niños con algún tipo
de trauma y maltrato. Los juguetes y el
cajón de arena les proporcionan una oportunidad para proyectar sus sentimientos
así como para revelar su experiencia anterior de una forma segura y no
amenazante.
Logística
Se utilizan 360 juguetes de miniatura. Estos se les presentan a los niños cuando
entran en la sala de juegos. Los juguetes se guardan en un armario abierto con
repisas divididas en 12 compartimientos.
Con el fin de que los juguetes sean fácilmente accesibles y proporcionen
al niño una perspectiva global del contenido del armario, los juguetes se
dividen en 10 categorías:
1. Soldados, vaqueros e indios
2. Otras personas
3. Animales salvajes
4. Animales de una granja
5. Vehículos de transporte
6. Materiales para la guerra
7. Construcciones
8. Verjas
9. Casas y árboles
10. Objetos para interiores
Los juguetes se colocan dentro del armario a
lo largo de un continuo, de los pacíficos a los agresivos, sobre los ejes
verticales. Sobre los horizontales se
acomodan bajo el criterio de si son móviles, activos o estáticos. También se le proporciona al niño un pedazo
de arcilla para que puedan crear cualquier cosa que les pudiera faltar entre
los juguetes a su disposición. Todos los
diferentes juguetes del Método Erica conllevan distinta signifiación simbólica.
Algunos tienen valor simbólico individual mientras que otros son ambiguos.
Observación
del juego
Cuando el niño entra en la sala de juegos, se
encuentra con un cajón de madera lleno de arena seca en una estructura de
madera. En el piso hay otro cajón de
madera con arena húmeda, el cual se extiende en parte debajo de la estructura
de madera. Cuando el terapeuta percibe
que el niño está cómodo en este contexto, le da las siguientes instrucciones:
“Dentro de este armario puedes ver diversos tipos de cosas. Los puedes sacar de
ahí y construir con ellas lo que desees en el cajón de arena. Puedes escoger
cuáles son las cosas que te gustan y construir lo que tú quieras y puedes
utilizar lo mismo la arena seca o la húmeda”.
El terapeuta se sienta en un lugar que le
permita observar y registrar la conducta del niño sin entrometerse en el juego
que él mismo desarrolla. El terapeuta
puede hacer anotaciones continuas y cronológicas sobre las actividades del
niño: qué caja elige de primero, qué toca, analiza y coloca sobre la arena, qué
juguetes se abstiene de tocar, preguntas, comentarios, expresiones faciales y
conducta general del mismo.
El terapeuta observa sin hacer comentario
alguno acerca de interpretar el juego. El método de observación no es
directivo; el terapeuta intenta ser pasivo y neutral. No se entromete con
preguntas o sugerencias.
Aunque el niño opera en una atmósfera de
apoyo y aceptación, se deben establecer límites en cuanto al tiempo y al uso de
los materiales. No se debe permitir que el niño maltrate o destruya los
materiales o que los retire de la habitación. Asimismo, se establecen límites
sobre el manejo de la arena. No se le
permite arrojarla.
La duración máxima de la observación es de 45
minutos. El evaluador debe preparar con
cuidado al niño para la terminación, cuando falten aproximadamente 5 minutos
para finalizar la sesión. Si el niño está listo para terminar antes de los 45
minutos, se le permite hacerlo.
Al finalizar la observación, el evaluador le
pregunta al niño acerca de la construcción que realizó en la arena. Deben evitarse comentarios que pudieran
interpretarse como crítica o elogio. Se
le hacen preguntas abiertas como: “¿Qué
está pasando aquí? “Cuéntame acerca de tu mundo”.
Las observaciones se llevan a cabo durante
tres sesiones consecutivas, las cuales se relacionan entre sí en cuanto al
tiempo, de una manera tan cercana como sea posible.
Evaluación
del juego en la arena
Para analizar las construcciones de juego, se
consideran tanto los aspectos formales como los de contenido. La evaluación
final se basa en la continuidad y la repetición de los elementos estructurales
y temáticos. Por medio del análisis
surge la imagen proyectiva completa del juego en la arena por parte del niño.
Interpretación
de los aspectos formales
Los aspectos formales del juego de un niño
incluyen los siguientes factores:
1. Selección y tratamiento de la arena
2. Número de juguetes y categorías de ellos
que se utilizan.
3. Nivel de desarrollo dentro del juego en la
arena.
4. Cambios y correcciones
5. Límites de tiempo
6. Niveles de la composición
El proceso de tres observaciones consecutivas
es muy importante en la formulación de hipótesis y de planes de
tratamiento. Las comparaciones entre los
resultados de los tres cajones de arena ayudarán al evaluador a valorar tanto
el origen como la gravedad del problema del niño. Si las tres construcciones muestran un
mejoramiento gradual, puede significar que las dificultades del niño son de una
naturaleza más reactiva y transitoria Si los tres mundos que el niño ha
construido son desorganizados, sin recuperación aparente en el transcurso de
las tres sesiones, se puede pensar en una psicopatología más grave.
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