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jueves, 11 de octubre de 2012

Metáforas



Uso de metáforas en Psicoterapia Infantil


La metáfora puede definirse como el proceso por el que se atribuye un nombre apropiado a una persona o cosa, con base en una analogía o en una comparación sobrentendida.  Por ejemplo, cuando decimos que una persona “se muere de ganas”, el oyente sabrá que la idea que queremos transmitirle no es que la vida de esa persona se está acabando, sino que el deseo de ver a alguien es muy intenso.

La metáfora o alegoría podría definirse como una historia real o ficticia cuya finalidad es informar, educar, curar y estimular el crecimiento interno.  La alegoría tiene como finalidad atraer la atención consciente del individuo y burlar sus mecanismos de defensa con el fin de permitirle entrar en contacto con las fuerzas de su inconsciente, inmensamente ricas en posibilidades y en soluciones.
La alegoría es un proceso mediante el cual la persona hace un descubrimiento desde su interior y accede a un nuevo conocimiento que surge del inconsciente individual y va hacia la mente consciente.  Es como si ese nuevo conocimiento existiera ya en el inconsciente y luego del relato de la metáfora, tomase forma en el nivel consciente.
La alegoría está destinada a establecer conexiones. Los relatos metafóricos son para jóvenes, adultos y ancianos. Todos tenemos necesidad de cuentos y de historias, ya sea por medio del cine, teatro, televisión, novelas, leyendas, canciones o relatos populares.  Todos tenemos necesidad de oír relatos y de referirnos a ellos, tanto para divertirnos como para captar lo que tienen que decirnos, pues toda historia, cuento o relato nos habla de nosotros, de los demás y de nuestras relaciones con ellos.
Dufour (2003) menciona que en momentos difíciles de nuestras vidas hemos escuchado una cierta canción o hemos releído un cierto texto debido al mensaje que nos transmitía y al bienestar interior que generaba en nosotros. Los niños son más receptivos, como se puede ver en el siguiente ejemplo. 

“Silvia tenía casi dos años cuando nació su hermanita. Hasta entonces todo había marcha bien, pero siete meses después Silvia comenzó a hacerse pipí en la cama, en el salón y por toda la casa. Tras haberlo probado todo, se decidió que su papá tomase cartas en el asunto, contándole el siguiente cuento:

Erase una vez una ranita que se llamaba Artemisa. Vivía con su papá y su mamá, feliz y sin problemas. Un día su papá y su mamá se fueron al bosque y volvieron con otra ranita más pequeña. Al principio, Artemisa estuvo muy contenta, pero luego empezó a  no sentirse tan feliz como antes. Se decía a sí misma: “Realmente mi vida ya no es igual. Desde que llegó mi hermanita no se ocupan de mí como antes. Se preocupan por ella antes que por mí. La cuidan, le sonríen, juegan con ella y hablan de ella mucho más que de mí.” Un día, su papá invitó a Artemisa a pasear con él. Andaban los dos por el camino cuando se encontraron con un hombre conocido de su papá. Era un amigo al cual hacía mucho tiempo que no veía. El hombre le dijo a su papá: “¿Es tuya esta ranita? ¿Cómo se llama? ¿Artemisa? Qué grande es! ¡Y qué cantidad de cosas sabe ella hacer ya sola! Sabe andar, sabe cantar y estoy seguro que incluso ayuda a su mamá. Ya no necesita que os ocupéis de ella todo el tiempo. ¡Qué bien!”. El papá de Artemisa se sintió muy orgulloso al oír a su amigo decir todas esas cosas de su ranita. Cuando regresaron a su casa eran todavía más felices que antes”.


Con esta historia, Silvia se sintió mejor y cambió su actitud y se volvió más limpia. El cuento de Artemisa le hizo comprender que había otra forma de conseguir el amor de sus padres y que para lograrlo no era necesario volver a ser pequeña sino que ssería creciendo como lograría atraer la atención que necesitaba.

Hay dos tipos de alegorías: 1) cerradas o que están completas en sí mismas y 2) abiertas o que terminan con una pregunta que deja al oyente la responsabilidad de resolver el problema.

Las ventajas de las alegorías son las siguientes: 1) no son amenazantes, 2) son seductores, 3) estimulan la independencia, pue el individuo debe captar por sí mismo el sentido del mensaje y debe sacar sus conclusiones o realizar las acciones correpondientes y 4) pueden ser utilizadas para vencer la natural resistencia al cambio.

La eficacia de una metáfora dependerá del paralelismo que tenga éste con la situación real del que la escucha. Se debe crear una réplica de la situación que el niño o adolescente está viviendo. Se debe suscitar en ellos el máximo de interés y creatividad para que pueda encontrarse a sí mismo cuando logre el reconocimiento en alguno de los elementos relatados.

Se trata de pasar una situación problemática a una solución feliz que debe incorporarse al desarrollo del relato.

¿Qué dicen las imágenes?




 ¿Qué dicen las imágenes?

Violet Oaklander, en su libro “Ventanas a nuestros niños” propone esta actividad que constituye otra manera para realizar la psicoterapia Gestalt con niños y adolescentes.

Esta consiste en una colección de láminas con imágenes que se consideran interesantes. Pueden ser fotografías, postales, imágenes de revistas, etc. Estas pueden tener algunas  palabras escritas pero lo ideal es que sean pocas.



 




Oaklander propone que las imágenes escogidas no deben ser precisamente con características infantiles, pueden variar, debe tratar de reunirse el mayor surtido representativo basado en las imágenes que aparecen en El hombre y sus símbolos de Jung; Este divide los símbolos en categorías: símbolos de la naturaleza, símbolos animales, símbolos animales, símbolos humanos hechos por el hombre, símbolos religiosos y mitológicos, símbolos abstractos y símbolos individuales o espontáneos.

Se pide al niño que selecciones algunas láminas, quizás unas diez, y que las coloque en el suelo, en una mesa o sobre una gran hoja de papel (sin pegarlas). Esta selección puede ser al azar o que concuerde con un título o tema.

Esta selección revela mucho.

Las imágenes pueden trabajarse también describiéndolas, entablando una conversación entre las partes, expresando los sentimientos que le evoca la imagen… (Siguiendo los pasos para la terapia Gestalt).

















También se puede utilizar realizando una narración con una imagen específica. Esto se lleva a cabo pidiendo al niño que cuente un cuento referente a la imagen. Luego el terapeuta cuenta una versión diferente del cuento utilizando los mismos personajes del niño pero ofreciendo una solución mejor. La narración del niño es muy proyectiva, se debe prestar atención a la misma, así como tener presente su historia personal.
























jueves, 4 de octubre de 2012

Caja de Juego Proyectivo



Caja de Juego Proyectivo

La caja de juego proyectivo constituye una de las maneras de hacer terapia con niños, siguiendo los pasos  de la terapia Gestalt infantil propuestos por Oaklander. Esta caja proyectiva permite al niño y niña crear su propio mundo e historia, utilizando y manipulando figuras de fieltro de distinta índole que le parezcan atractivos. 



¿Cuál es el material?

La superficie de trabajo consta de una plancha de 45cm. Por 30 cm. Se sugiere que la mitad de ella sea de color azul cielo y la otra color verde. Se puede utilizar el espacio del otro lado forrando también de negro para constituir la noche. El material utilizado para esto es la franela.




Así mismo del mismo material se realizan múltiples siluetas que debe incluir principalmente las siguientes:

*Seres humanos: niños, adultos, ancianos, etc. 

*Vestuario para las siluetas: Vestidos, pantalones, trajes de príncipes, princesas, etc

*Rostros: que muestren la expresión de las emociones para ser colocadas en las siluetas de personas.

*Diversas cabelleras y accesorios para las personas.





*Personajes: payasos, monstruos, dragones, payasos, brujas, etc.


*Elementos de la naturaleza: árboles, flores, nubes, rayos, lluvia, etc.


*Animales: perros, tigres, caballos, etc.






*Otros elementos: muebles, cercas, casas, autos, armas, etc.




Lo mejor de este material es que se puede ir enriqueciendo con personajes y siluetas que puedan contribuir al juego. 



¿Cómo se utiliza?


*Se explica al niño que va a tener la superficie para trabajar, así como diversidad de siluetas para poder crear un mundo. Se indica que puede utilizar los personajes que él quiera, de la manera que mejor prefiera.

*Luego de esto se da el espacio para que pueda trabajar en lo que desea crear.

*Cuando el niño indique que ha finalizado, se pide que cuente la experiencia de haber hecho su creación, narrando así mismo las sensaciones que tiene en esos momentos.

*Después se pide al niño que describa su creación como si fuera él. Por ejemplo: “Yo cuadro tengo… soy…”.

*Se debe fomentar el autodescubrimiento de la obra, haciendo que el niño se dé cuenta de cada elemento y cada detalle que forma su creación.

*Puede pedirse al niño que describa uno de los elementos, así mismo también a que se describa el mismo o converse con algún otro elemento de la creación.

Se debe estar atento a los elementos principales de la creación, así como a los espacios faltantes, así mismo estar pendientes de las expresiones, reacciones y palabras del niño para poder seguir con la guía gestáltica y llegar así a la relación con su realidad.

Debemos recordar que: Lo más importante es ubicarse en el presente: lo que siente, piensa y visualiza en ese instante, qué pasa con el niño en esos momentos, para un trabajo con el “aquí y ahora”.






domingo, 23 de septiembre de 2012

PASOS Terapia Gestáltica para Niños y Adolescentes Modelo Oaklander


PASOS
Terapia Gestáltica para Niños y Adolescentes
Modelo Oaklander



A continuación se presentan los pasos propuestos por Oaklander para el trabajo gestaltico. Siguiendo estos pasos se podrá trabajar con dibujos, modelamiento, esculturas, etc.

Los pasos son:
 
1. Hacer que el niño comparta la experiencia de dibujar: sus sentimientos acerca de enfrentar y hacer la tarea, cómo enfrentó y continuó el trabajo, su proceso. Compartir aún más el yo.

2. Hacer que el niño comente el dibujo mismo, describiéndolo a su manera. Esto es compartir aún más el yo.

3. A un nivel más profundo, estimular en el niño un mayor autodescubrimiento pidiéndole que se explaye sobre fragmentos del cuadro: esclareciendo los fragmentos, haciéndolos más obvios; describiendo las figuras, formas colores, representaciones, objetos, personas.

4. Pedir al niño que describa el cuadro como si éste fuera él, usando la palabra "yo": "yo soy este cuadro; yo tengo líneas rojas por todos lados y un cuadro azul al medio".

5. Escoger cosas específicas en el cuadro para que el niño se identifique con ellas: "Sé el cuadro azul y descríbete con más detalles: -¿Qué aspecto tienes? ¿cuál es tu función?, etc."

6. Hacer preguntas al niño, si es necesario, para ayudarle en el proceso. "Qué es lo que haces? ¿Quién te usa? ¿A quién quieres más?. Estas preguntas surgirán de su capacidad de "meterse en el dibujo junto con el ñiño y abrirse a las múltiples posibilidades de existir, funcionar y relacionar.

7. Concentrar aún más la atención del niño y agudizar su toma de conciencia mediante el énfasis y la exageración de una o más partes de un cuadro. Estimular al niño para que llegue tan lejos como pueda con un fragmento específico, especialmente si hay energía y entusiasmo en usted o en el niño, o si hay alguna excepcional falta de energía y entusiasmo.

Las preguntas a menudo ayudan. “¿A dónde va ella?, ¿Qué está pensando este círculo?, ¿Qué va a hacer?, ¿Qué le va a ocurrir?”, y así sucesivamente. Si el niño dice “no lo sé”, no desista; trasládese a otra parte del cuadro, haga otra pregunta, dé su propia respuesta y pregunte al niño si está correcta o no. 

8. Hacer que el niño entable un diálogo entre dos partes de su cuadro o entre dos puntos de contacto u opuestos(tales como el camino y el auto, o la línea alrededor del cuadro, o el lado feliz y el lado triste).

9. Estimular al niño para que ponga atención a los colores. 

10. Estar atento a claves en el tono de voz, postura del cuerpo, expresión facial y corporal, respiración y silencio del niño. El silencio puede significar censura, pensamiento, remembranza, represión, angustia, miedo o conciencia de algo. 

11. Trabajar la identificación, ayudando al niño a “reconocer” lo que se ha dicho sobre el cuadro o partes de éste. Preguntas: ¿Siempre te sientes así?, ¿Alguna vez haces esto?, ¿Encaja eso en alguna forma con tu vida?

12. Dejar el dibujo y trabajar en las situaciones de vida del niño y los asuntos incompletos que emergen del cuadro.
¿Encaja esto con tu vida?

13. Estar atento a las partes faltantes o espacios vacíos en los cuadros y prestarles atención.

14. Permanecer en el flujo de primer plano del niño o prestar atención a -mi propio frente –donde encuentro interés, entusiasmo, y energía.


La siguiente estructura constituye una guía para el psicologo, así como la flexibilidad de utilizarlo según la individualidad de la persona.